La carga de la Diva

Las aventuras y desventuras de la Diosa Odiosa, vida de milagro, y otras historias de The Eclectic Library...

miércoles, noviembre 23, 2005

Land of thousand dances

Está cantando Wilson Pickett pero hay otras versiones. La tierra del millar de danzas... Va enumerando todo lo que en aquel entonces eran bailes de moda. Yo, la verdad, siempre he sido bastante torpe para bailar. Mi falta de ritmo y de coordinación, mi poca empatía con las parejas de baile y mi patológico sentido del ridículo hacen de mis danzas algo limitado y mecánico, reservado únicamente a aquellos momentos en que las letras mayúsculas o los verdes se apoderan de mí o cuando soy víctima de una posesión satánica...
Los conservadores atribuían al rock and roll, en sus inicios, un poder maligno que inducía las débiles almas de los jóvenes a la lujuria. Y luego están esos pirados que dicen que escuchando según que discos al revés se oyen mensajes del Maligno. ¿Quién se va a entretener haciendo ese tipo de tonterías? Yo, como los Rolling Stones, siempre he tenido simpatía por el Diablo, y nunca he oído su voz en ninguna canción por más empeño que haya puesto en intentar escucharle.
También hay gente que es capaz de considerar que algunas arias de ópera son la voz de Dios. ¡Y yo que pensaba que era la Callas!
El caso es que me encanta la música. Se que eso es un tópico. A la mayoría de la gente, si le preguntas te dirá que le encanta la música y el cine. Luego preguntas más y te das cuenta del escaso conocimiento y del poco gusto que tienen para ambas artes.
La música, como el perfume, tiene el poder de evocar recuerdos y provocar sentimientos de un modo mucho más veloz que cualquier otra creación del ser humano. Asociamos acciones y emociones a las distintas melodías que nos han acompañado toda la vida. ¿Quién no recuerda alguna canción infantil? ¿Qué espectador no ha coreado gritos de guerra en una competición deportiva? ¿Qué pareja no tiene "su" canción?
Cuando era pequeña estaba en el coro del colegio. Luego me cambió la voz y ahora es croar de ranas. Cuando estoy en casa sola, me pongo a canturrear y tararear canciones viejas. He usado como método de estudio para aprender otros idiomas la vieja técnica de memorizar canciones en esas lenguas...
Contentos o tristes, la música siempre nos acompaña. A mí, de un modo constante. Soy incapaz de recordar algún momento de mi vida sin vincularlo a alguna canción. Tengo canciones que funcionan de forma instantánea para sacarme las lágrimas y otras que me suben el nivel de optimismo de golpe. Tengo canciones para dibujar y otras para montar en bicicleta. Música que escucho con mis amigos y música que es para cuando estoy sola. Incluso en el silencio escucho melodías...
La que me mira desde el espejo está practicando escalas...
 

Kontuz Kotzebue escribe para The Eclectic Library

Este blog y todo su contenido es una creación de Kontuz Kotzebue, utilizando una base proporcionada por www.blogger.com y textos propios. Las citas y referencias a obras de otros autores han sido identificadas respetando el derecho ajeno a la propiedad intelectual. Dentro del texto se incluyen hechos reales por lo que se han modificado los nombres de sus protagonistas para no vulnerar su derecho a la intimidad. En este blog se incluyen historias reales, pensamientos, opiniones e ideas totalmente subjetivas. Kontuz Kotzebue, en absoluto, se hace responsable del uso que de sus palabras se de más allá de este blog, ni considera en modo alguno ninguna de sus frases como indicaciones o consejos. Kontuz Kotzebue no apoya ni respeta ni colabora con comportamientos delictivos o con los individuos que los cometen. Kontuz Kotzebue, a pesar de que sus opiniones subjetivas puedan ofender a ciertos lectores, no pretende con este blog atacar, ofender o insultar a ninguna persona, independientemente de cuales sean sus creencias políticas o religiosas. Kontuz Kotzebue no defiende el uso de la violencia ni hace ningún tipo de apología a favor del uso de drogas, el terrorismo, la violencia en ninguna de sus formas o la discriminación de seres humanos en base a características que les definan, reservandose el derecho a opinar sobre sus actos sin abusar de su derecho a la libre expresión, sin vulnerar el derecho a la intimidad ajeno y sin utilizar mentiras o medias verdades para defender sus argumentos. Kontuz Kotzebue hace público este blog única y exclusivamente como medio de expresión de sus opiniones respecto a su persona y el entorno en el que se desarrolla su actividad vital. Este blog, respecto a sus lectores, mantiene un absoluto respeto y tiene como principal función servir de actividad lúdica, sin nigún tipo de pretensiones malinterpretables. Kontuz Kotzebue, por respeto a sus lectores, revisa personalmente cada entrada de este blog, intentando, en la medida de los posible, que todos los datos sean reales y verificables, que las normas de ortografía y gramática no se incumplan, que los temas sean variados y las opiniones sean respetosas. Kontuz Kotzebue agradece a los diversos lectores que se han puesto en contacto para comunicar errores, faltas, irregularidades, erratas o equivocaciones diversas y en la medida de los posible y en el menor tiempo posible se compromete a enmendar dichos fallos. Kontuz Kotzebue agradece a sus lectores su fidelidad y compromiso con este proyecto. Kontuz Kotzebue no escribe para ninguna publicación editorial. Kontuz Kotzebue no autoriza la modificación de sus textos por otros. Kontuz Kotzebue exclusivamente autoriza el uso de sus textos por otros siempre y cuando se cite la fuente (siendo esta el nombre "Kontuz Kotzebue" y, en caso de que el texto se extraiga de este blog "La carga de la Diva", debiendo citarse ambos y su ubicación en internet) y no se modifique en modo alguno dicho texto, pudiendo utilizarse al completo o fragmentos. Kontuz Kotzebue no autoriza a terceras personas a que hagan un uso de sus textos que pudiera derivar en ningún tipo de beneficio económico, ni con fines comerciales y/o publicitarios. Kontuz Kotzebue respeta a todos sus lectores del mismo modo que espera que se le respete y se compromete a cumplir la legislación, solicitando encarecidamente a sus lectores a que no vulneren dicha ley con su persona ni con otros. Kontuz Kotzebue escribe para The Eclectic Library este blog, La carga de la Diva, desde el lunes, veintidós de agosto de dos mil cinco.