La carga de la Diva

Las aventuras y desventuras de la Diosa Odiosa, vida de milagro, y otras historias de The Eclectic Library...

miércoles, febrero 22, 2006

Orgullo y prejuicio

Anoche tocaba la cita semanal con las salas de cine. Tosco vino a recogerme con su ex. El Vizconde Blazz, la Perleta y Loli! nos esperaban. Cenamos un kebab y luego me arrepentí toda la noche porque vino acompañado, como empieza a ser habitual, de una indigestión.
Aunque nuestra elección original era otra, acabamos delante de la pantalla viendo "Orgullo y prejuicio". Es curioso acabar viendo este tipo de películas cuando te acompañan cinco chicos. El género en cuestión es el mal llamado "cine de chicas", del mismo modo que las películas de acción se atribuyen a los chicos. Bueno, soy de la opinión que los géneros cinematográficos poco tienen que ver con el género de sus espectadores. Es bastante simplista pensar que a los hombres, sólo por serlo, les gustan las películas cargadas de acción y sexo y que las mujeres, por su condición de seres sensibles, prefieran las películas románticas y familiares. Como mujer me niego a semejante tópico. Como cinéfila me parece deleznable.
La película en cuestión está basada en una novela de Jane Austen. Creo que es la cuarta película que veo basada en alguna obra suya. Todas me han parecido iguales. La historia de la pobre chica buena y de familia humilde que necesita un matrimonio de compromiso para alguna de sus hermanas para salvarle de la deshonra de una miserable soltería y reflotar la economía familiar. La pobre chica que también necesita un marido para ella pero que, por su condición de chica poco agraciada o por ser un poco más inteligente que las otras y un poco despreocupada por los convencionalismos sobre clases, roles y géneros, está condenada de antemano a no encontrarlo. Mucho menos un buen partido, un chico guapo y rico del que se enamore. Cuando finalmente conoce alguno interesante, resulta ser un tipo mayor o un borde que reniega del amor y del matrimonio lo que le descarta como candidato. Siempre hay un juego de engaños, alguna actitud heroica y un final feliz con varias bodas. Simple, aburrido.
La conclusión que saco de este tipo de historias es terrorífica. El objetivo de las mujeres era casarse, ese era su fin en la vida. El hecho de que a las chicas les guste tanto este tipo de películas me incita a pensar que las mujeres todavía tienen ese objetivo. Otra idea que este tipo de historias reflejan es que las mujeres inteligentes y cultas están condenadas a la soltería, que los hombres sólo quieren casarse con ovejitas monas y dóciles, que se preocupen mucho de su aspecto y muy poco de pensar y que hagan siempre todo lo que quiera su marido. Y eso me hace rebelarme. Por un lado porque me da vergüenza ajena que una persona renuncie voluntariamente a su capacidad de pensamiento en pro de un convencionalismo social. Por otro lado porque el hecho de que haya alguna persona, del género que sea, que se sienta tan intimidado con la inteligencia ajena que necesite un borrego sumiso a su lado como cónyuge, me da ganas de vomitar... ¿O será el kebab?
Digamos, simplemente, que la película no estaba mal del todo. La fotografía era bonita. Un par de metáforas visuales me parecieron interesantes. Las películas de época siempre me gustan. De todos modos, esta tenía un fuerte e insoportable pestazo a Horroorwoood, que se cargaba todo el encanto que al género han sabido darle los ingleses y los franceses. Sin mencionar al reparto, claro... Donald Shuterland, tan desagradablemente físicamente y tan anodino interpretativamente que me hace sospechar que su carrera se acerca al fin. Brenda Blethyn esta insoportablemente sobreactuada. Todas las actrices que hacen de hermanas Bennet son actrices de televisión y es bastante probable que con la edad desaparezcan en el olvido, exceptuando quizás a Jena Malone, que es la que ha tenido una carrera más larga y activa, con interpretaciones correctas pero poco llamativas mientras espera el papel de su vida. Keira Knightley es obviamente la más favorecida con esta película que parece hecha única y exclusivamente para darle algo de prestigio a un actriz que hasta ahora sólo ha logrado cierto éxito en obras menores y alguna que otra interpretación en cine comercial. Quizás mi poca fascinación con esta actriz se deba a una mezcla de su limitado talento y su extraordinario parecido físico con Natalie Portman y a Winona Rider. Me gusta la gente original, me aburren las copias. Resumiendo, que esta película era totalmente prescindible y que de nuevo los productores se han gastado una fortuna en un trabajo que la gente habrá olvidado en un par de años.
La que me mira desde el espejo picotea de un bol lleno de palomitas de maíz.
 

Kontuz Kotzebue escribe para The Eclectic Library

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