El Quijote
Sergio Titol ha sido galardonado hoy con el premio Cervantes, el más prestigioso premio de Literatura de la lengua castellana.
Todos los años se celebra el fallecimiento de Cervantes otorgando un premio en su honor y coincidiendo con el día del libro. La misma fecha que en Catalunya se utiliza para celebrar el día del libro y que honra a San Jordi, su patrón. Los catalanes celebran la festividad regalando libros y rosas. En Madrid se lee en voz alta "El Quijote". Este año Sergio Titol será el primero en iniciar dicha lectura y Francisco Ayala será el último .
Cuando yo era pequeña, en el internado, el castigo para las que se dormían en la sala de estudio era copiar "El Quijote". Yo llegué a copiarlo completo ocho veces. Para no sufrir el aburrimiento de dicha sanción, me imaginaba que era un monje medieval y que estaba duplicando una obra maestra para que no se perdiera. Cuando tenía que entregar las hojas copiadas, las monjas siempre se enfadaban cuando veían que yo hacía dibujos entre párrafo y párrafo. Quizás de ahí viene mi debilidad por las miniaturas.
He de aclarar que lo que me aburría era el trabajo mecánico de copiar y no la obra. Aunque no sea mi favorito, es uno de mis libros imprescindibles. Tengo tres ediciones y lo he leído cinco veces. Aparte de las veces que he estado ojeando alguna parte sin leerlo todo. No voy a hacer un comentario de texto aquí, que bastantes he hecho en el instituto, pero ¿cómo no fascinarse por esta historia? Las descripciones de personajes, la dualidad de sus protagonistas, la crítica social, el feminismo, la lucha del sueño y la realidad, el honor y la pérdida de valores...
He oído muchas veces que los españoles se dividen en Sanchos y Quijotes, aunque a mí me hubiera costado tener que tomar partido. La sensatez, los refranes populares y la sabiduría vital de la experiencia de Sancho, su gusto por la vida sencilla, su bondad y su lealtad a toda prueba son tentadoras pero su excesivo amor por la realidad y su empeño por cargarse los sueños del Quijote echan un poco para atrás. Y el Quijote no deja de ser atrayente por sus férreos principios caballerescos, el honor, el respeto, la defensa del débil, la lealtad, el sentido del deber y el hacer siempre lo correcto, a pesar de todo, la capacidad de soñar...Pero no hay que olvidar que Don Quijote es un loco y que acaba como acaba, desposeído de sus bienes, sólo, abandonado por todos, engañado, burlado y más loco que nunca.
La que me mira desde el espejo se pone su armadura para embestir molinos de viento.
Todos los años se celebra el fallecimiento de Cervantes otorgando un premio en su honor y coincidiendo con el día del libro. La misma fecha que en Catalunya se utiliza para celebrar el día del libro y que honra a San Jordi, su patrón. Los catalanes celebran la festividad regalando libros y rosas. En Madrid se lee en voz alta "El Quijote". Este año Sergio Titol será el primero en iniciar dicha lectura y Francisco Ayala será el último .
Cuando yo era pequeña, en el internado, el castigo para las que se dormían en la sala de estudio era copiar "El Quijote". Yo llegué a copiarlo completo ocho veces. Para no sufrir el aburrimiento de dicha sanción, me imaginaba que era un monje medieval y que estaba duplicando una obra maestra para que no se perdiera. Cuando tenía que entregar las hojas copiadas, las monjas siempre se enfadaban cuando veían que yo hacía dibujos entre párrafo y párrafo. Quizás de ahí viene mi debilidad por las miniaturas.
He de aclarar que lo que me aburría era el trabajo mecánico de copiar y no la obra. Aunque no sea mi favorito, es uno de mis libros imprescindibles. Tengo tres ediciones y lo he leído cinco veces. Aparte de las veces que he estado ojeando alguna parte sin leerlo todo. No voy a hacer un comentario de texto aquí, que bastantes he hecho en el instituto, pero ¿cómo no fascinarse por esta historia? Las descripciones de personajes, la dualidad de sus protagonistas, la crítica social, el feminismo, la lucha del sueño y la realidad, el honor y la pérdida de valores...
He oído muchas veces que los españoles se dividen en Sanchos y Quijotes, aunque a mí me hubiera costado tener que tomar partido. La sensatez, los refranes populares y la sabiduría vital de la experiencia de Sancho, su gusto por la vida sencilla, su bondad y su lealtad a toda prueba son tentadoras pero su excesivo amor por la realidad y su empeño por cargarse los sueños del Quijote echan un poco para atrás. Y el Quijote no deja de ser atrayente por sus férreos principios caballerescos, el honor, el respeto, la defensa del débil, la lealtad, el sentido del deber y el hacer siempre lo correcto, a pesar de todo, la capacidad de soñar...Pero no hay que olvidar que Don Quijote es un loco y que acaba como acaba, desposeído de sus bienes, sólo, abandonado por todos, engañado, burlado y más loco que nunca.
La que me mira desde el espejo se pone su armadura para embestir molinos de viento.