La voz
Ya hace dieciocho años que se murio Frank Sinatra, justo hoy. Parece que fuera ayer cuando todavía estaba vivo. Eso suele pasar con las estrellas, que son inmortales.
Le llamaban "La Voz" por lo asombroso de la suya. Aunque también era actor, fue su carrera como cantante lo que le llevó a la gloria. Que luego se hiciera famoso por sus contactos con la Mafia es algo conocido pero no relevante. Formaba parte del "Rat Pack" junto con Dean Martin y Sammy Davis Jr, también leyendas del mundo del espectáculo pero cuyo brillo nunca fue comparable al de Frank. Mantuvo romances con las mujeres más hermosas del momento, llegando a seducir desde a Mia Farrow hasta a la mismísima Ava Garner.
Fue el crooner más grande que haya dado la historia de la música. Igual podía hacer un duo con Elvis Presley que con Louis Armstrong, igual con Ella Fitgerald que con Barbra Streisand, igual con Julio Iglesias que con Bono. Su repertorio era tan amplio que pocos cantantes actuales conseguirían igualarlo. Su estilo indiscutiblemente personal e inimitable. Era capaz de hacer suya cualquier canción que cantase. Por ejemplo, su versión de "New York, New York" a pesar de ser interpretada originalmente por Liza Minelli de un modo espléndido en la película homónima, siempre ha quedado para el recuredo como una canción de Sinatra. Durante decadas, su depurada estilo, su clase y su elegancia ha sobrevivido al paso de la modas y de las tendencias.
Al igual que Elvis Presley y Barbra Streisand, cada uno en su estilo, consiguieron popularizar la música negra hasta convertirla en blanca, consiguieron que incluso los más elitistas artistas de color les reconocieran como grandes maestros.
Frank Sinatra ya era un ídolo de masas mucho antes de que a los Beatles se les atribuyera la creación del fenómeno fan. Ha conseguido que una gran cantidad de sus canciones se conviertan en verdaderos himnos. Ha influido en artistas de todo tipo, de cualquier género y de varias generaciones. Frank Sinatra sigue vivo.
La que me mira desde el espejo canta "My way" cuando se cepilla los dientes.
Le llamaban "La Voz" por lo asombroso de la suya. Aunque también era actor, fue su carrera como cantante lo que le llevó a la gloria. Que luego se hiciera famoso por sus contactos con la Mafia es algo conocido pero no relevante. Formaba parte del "Rat Pack" junto con Dean Martin y Sammy Davis Jr, también leyendas del mundo del espectáculo pero cuyo brillo nunca fue comparable al de Frank. Mantuvo romances con las mujeres más hermosas del momento, llegando a seducir desde a Mia Farrow hasta a la mismísima Ava Garner.
Fue el crooner más grande que haya dado la historia de la música. Igual podía hacer un duo con Elvis Presley que con Louis Armstrong, igual con Ella Fitgerald que con Barbra Streisand, igual con Julio Iglesias que con Bono. Su repertorio era tan amplio que pocos cantantes actuales conseguirían igualarlo. Su estilo indiscutiblemente personal e inimitable. Era capaz de hacer suya cualquier canción que cantase. Por ejemplo, su versión de "New York, New York" a pesar de ser interpretada originalmente por Liza Minelli de un modo espléndido en la película homónima, siempre ha quedado para el recuredo como una canción de Sinatra. Durante decadas, su depurada estilo, su clase y su elegancia ha sobrevivido al paso de la modas y de las tendencias.
Al igual que Elvis Presley y Barbra Streisand, cada uno en su estilo, consiguieron popularizar la música negra hasta convertirla en blanca, consiguieron que incluso los más elitistas artistas de color les reconocieran como grandes maestros.
Frank Sinatra ya era un ídolo de masas mucho antes de que a los Beatles se les atribuyera la creación del fenómeno fan. Ha conseguido que una gran cantidad de sus canciones se conviertan en verdaderos himnos. Ha influido en artistas de todo tipo, de cualquier género y de varias generaciones. Frank Sinatra sigue vivo.
La que me mira desde el espejo canta "My way" cuando se cepilla los dientes.