Bewitched

Ella Fitzgerald canta "Bewitched" en mi home cinema pero hay muchísimas versiones... También se llama así la serie de la televisión y la película de la bruja. Me encantaba la serie de la bruja, sobre todo Endora, el personaje de la madre. Luego está la serie de las tres hermanas brujas "Charmed" y las dos brujas de "Buffy, the vampire slayer". Recuerdo también una película con Neve Campbell y Fairuza Balk, haciendo de brujas, "Jovenes y brujas". Kim Novak en "Me enamoré de una bruja" (yo me enamoré de Kim Novak...) y, claro, "Las Brujas de Eastwick", la bruja Avería de "La bola de cristal", las brujas de "El mago de Oz"... Podría seguir eternamente...

Anoche el Vizconde Blazz y yo fuimos a ver la última película de Nicole Kidman, "Bewitched", donde interpreta a una bruja. Ya hizo de bruja en otra película con Sandra Bullock,"Prácticamente magia" y teniendo en cuenta que en cuanto haces un par de veces de gay en las películas todo el mundo se pregunta si lo eres en la vida real... ya le veo desmintiendo en las entrevistas que sea una auténtica Wiccan Woman...

Brujas, brujas... Caldero, libro, velas y escoba... Bell, book and candle... gatos negros, ojos de salamandra... hechizos y pociones... invocaciones, maldiciones, bendiciones... Wicca, al fin y al cabo...

Y se lo toman en serio las brujitas... nada de adorar a Satán, ni de beneficio personal, con reglas y mandamientos como cualquier religión, con rituales y adoración a un poder superior. ¡Vaya!

He leído alguna que otra cosa sobre brujería y muchas veces me he preguntado cómo sería tener realmente los poderes de una bruja. Si es que existen, claro, porque soy altamente escéptica. Y no mencionaré detalladamente la extraña sensación cuando el Killo Tonet hace uso de su clarividencia y me estremece adivinando cosas...

Si yo fuera una bruja sería de las malas, seguro. Sería la zumbada que hace pactos con demonios para mantener su poder y me bañaría en sangre de vírgenes para mantenerme joven y hermosa. Bailaría desnuda en todos los aquelarres y estaría constantemente maldiciendo a las personas de bien. Me vengaría de todo y todos. Destrozaría a las brujitas buenas y me reiría de ellas en su agonía final. Siempre estaría adivinando cosas y viajando en el tiempo y en el espacio. Engañaría a la gente sin poderes haciéndoles creer que iba a hacer algo por ellos, sólo por diversión. Sería la más poderosa de todas las brujas, de todos los seres con poderes y los utilizaría, obviamente, para el mal.

La que me mira desde el espejo está invocando su "abracadabra"...

¡Il faut être absolument moderne!

Decía Rimbaud que había que ser moderno, negar lo establecido, innovar, ir por delante... Lo que no te dicen es el precio que se paga por ello. Son los grandes rebeldes los que cambian el destino del mundo, los que se conforman con dejar las cosas como están no ayudan a la evolución.

Evolucionar o extinguirse, esa es la máxima de todas las especies. El ser humano, sin embargo, se estanca con frecuencia en la soberbia de saberse superior y no lucha por esa mejoría necesaria para avanzar.

Mirando hacia el pasado, observo mi propia evolución. ¿Me ha servido para mejorar? ¿He aprendido algo? ¿O ha sido una simple huida hacia adelante? ¿Cual es mi función en la vida? ¿Qué huella estoy dejando en los demás?

Rompo las normas, es cierto, pero nunca sé si lo hago por pataleta infantil de hacer siempre lo contrario de lo que debería o porque realmente lo que yo quiero hacer es diferente a lo que se espera de mí. ¿He nacido diferente o me he convertido en distinta con el tiempo? ¿Qué parte de la persona que yo soy es fruto de mi destino y que parte he creado?

Quizás lo que pasa es que me molesta que mi vida esté escrita antes de que haya decidido cómo quiero vivirla. Y además, que otros escriban cómo ha de ser sin que yo pueda opinar siquiera. Así que podría decirse que me limito a corregir la biografía que de mí otros han escrito. Para ello no utilizo ningún rotulador rojo, me limito a pensar y hablar, a inventar mi propio aspecto, a elegir a mi gente, a no dejar que lo que otros quieren sea la matriz de mis decisiones...

Claro que también mis debilidades y mi confusión me limitan muchas veces, mis miedos y mis torpezas que me impiden hacer lo que realmente quiero... ¿Cuestión de tiempo?

La que me mira desde el espejo sonríe y dice que no con la cabeza.