La carga de la Diva

Las aventuras y desventuras de la Diosa Odiosa, vida de milagro, y otras historias de The Eclectic Library...

sábado, mayo 20, 2006

Eurovisión

Para hacer esta entrada debería de haber consultado con EuroGloria, que a parte de ser una gran Drag Queen, es la persona que más sabe del festival de Eurovision de todas las que conozco. De ahí su nombre artístico, evidentemente.
Yo nací el año en que Abba, cantando "Waterloo", ganó el festival de Eurovisión representando a Suecia. Una canción que comparaba el fin de una relación amorosa con la derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo. Bonaparte, que había vencido y conquistado por todas partes y había logrado todos sus propósitos, se veía vencido al fin. Así, en esta canción, el amor derrotaba a la, siempre cristalina, voz de Agneta y le obligaba a rendirse.
No he sido nunca muy fetichista de este festival. Siempre, al igual que el de la OTI, lo he considerado aburrido, hortera y petardo. Sin embargo, mentiría si dijera que no veo las galas y que no me río cuando oigo las votaciones. ¡Vamos! ¿Quién no se ha reído con lo de "Latvia, zri points, Guayo miní, Sank puants"?
He de reconocer que las interpretaciones españolas no me han parecido nunca memorables. Apenas puedo recordar haber visto la repetición infinita de Massiel y el "la, la, la", de Salomé con "Vivo cantando", que para eso ganaron. Aunque también parece que fue Julio Iglesias, y de eso ni me acuerdo, porque parece que no ganó (¡pobre Julito!) y Karina, cuando todavía era famosa sólo por ser cantante. José Vélez que quería que bailásemos un vals y Betty Misiego que quería que cantásemos su canción. Y cuando yo pasaba las vacaciones en Turís, Bravo nos hablaba de una Lady que vivía anclada en su juventud. Trigo limpio también pasó por Eurovisión. A la pobre Remedios Amaya no le dieron ni un punto y eso que fue descalza, como a cumplir una promesa de santo. Y, como no, mi favorita, Mocedades cantando "Eres tú", que aunque quedó segunda, vendió millones de copias en todo el mundo.
Aunque fuera una horterada, cuando sólo había una cadena de televisión, todo el mundo veía el festival y además, lo seguían como una celebración familiar. Pero poco a poco, el aumento de competencia en el mercado de los audiovisuales arrinconó esta competencia entre las distintas cadenas de televisión públicas europeas.
Luego llegó Operación Triunfo y parecía que la gente volvía a ilusionarse. Pero con Rosa, Europa no vivió una celebración y a Beth lo único que le dijo Eurovisión es que no iba a ganar. Tampoco el chico canario tuvo mucha suerte y Eurovisión acabó con Operación Triunfo, enviándolo a la televisión privada.
Después España fue de mal en peor. Tanto que ni siquiera las divertidísimas Supremas de Móstoles consiguieron curar el aburrimiento que enfermaba nuestra participación. Y ahora, tratando de darle un nuevo sabor, enviamos a las Ketchup y Europa nos las escupe. No podemos quejarnos de que sólo dos países votasen por ellas, la actuación fue pobre y las chicas desafinaron. La canción era mala y la interpretación sosa. Aún tendríamos que enviarles rosas de diamantes a los andorranos por regalarnos doce puntos que en absoluto merecíamos.
De las actuaciones de otros países la verdad es que soy incapaz de acordarme de un año para otro. Sólo me acuerdo de Abba, y de la vencedora por Israel, Dana Internacional, recordada por todos por su condición de transexual, recordada por mí por su chaqueta de plumas de colores. Pero no recuerdo a Celine Dion, ganando, ni a Johnny Logan, ni a Olivia Newton-John. No me acuerdo de ninguna de las participaciones de Francia ni de Italia, a pesar de ser dos países de los cuales hay una gran variedad de cantantes que me gustan.
Este año ha ganado Finlandia, que lleva participando desde el principio sin haber ganado. Prácticamente todos los países le han votado. Ha vencido por más de cincuenta puntos de diferencia. No cantaba una chica, aunque había una en el grupo. No era una canción pop, ni tenía un vestuario naïve. "Hard rock, Hallellujah" era interpretada por una banda de pseudo Hard Metal, disfrazados de monstruos del infierno. Lo más alejado posible a la imagen que cualquiera pueda hacerse de un prototipo de ganador de Eurovision. La que me mira desde el espejo se alegra de que, poco a poco, Europa se vaya liberando de los anticuados esquemas de sus prototipos.
 

Kontuz Kotzebue escribe para The Eclectic Library

Este blog y todo su contenido es una creación de Kontuz Kotzebue, utilizando una base proporcionada por www.blogger.com y textos propios. Las citas y referencias a obras de otros autores han sido identificadas respetando el derecho ajeno a la propiedad intelectual. Dentro del texto se incluyen hechos reales por lo que se han modificado los nombres de sus protagonistas para no vulnerar su derecho a la intimidad. En este blog se incluyen historias reales, pensamientos, opiniones e ideas totalmente subjetivas. Kontuz Kotzebue, en absoluto, se hace responsable del uso que de sus palabras se de más allá de este blog, ni considera en modo alguno ninguna de sus frases como indicaciones o consejos. Kontuz Kotzebue no apoya ni respeta ni colabora con comportamientos delictivos o con los individuos que los cometen. Kontuz Kotzebue, a pesar de que sus opiniones subjetivas puedan ofender a ciertos lectores, no pretende con este blog atacar, ofender o insultar a ninguna persona, independientemente de cuales sean sus creencias políticas o religiosas. Kontuz Kotzebue no defiende el uso de la violencia ni hace ningún tipo de apología a favor del uso de drogas, el terrorismo, la violencia en ninguna de sus formas o la discriminación de seres humanos en base a características que les definan, reservandose el derecho a opinar sobre sus actos sin abusar de su derecho a la libre expresión, sin vulnerar el derecho a la intimidad ajeno y sin utilizar mentiras o medias verdades para defender sus argumentos. Kontuz Kotzebue hace público este blog única y exclusivamente como medio de expresión de sus opiniones respecto a su persona y el entorno en el que se desarrolla su actividad vital. Este blog, respecto a sus lectores, mantiene un absoluto respeto y tiene como principal función servir de actividad lúdica, sin nigún tipo de pretensiones malinterpretables. Kontuz Kotzebue, por respeto a sus lectores, revisa personalmente cada entrada de este blog, intentando, en la medida de los posible, que todos los datos sean reales y verificables, que las normas de ortografía y gramática no se incumplan, que los temas sean variados y las opiniones sean respetosas. Kontuz Kotzebue agradece a los diversos lectores que se han puesto en contacto para comunicar errores, faltas, irregularidades, erratas o equivocaciones diversas y en la medida de los posible y en el menor tiempo posible se compromete a enmendar dichos fallos. Kontuz Kotzebue agradece a sus lectores su fidelidad y compromiso con este proyecto. Kontuz Kotzebue no escribe para ninguna publicación editorial. Kontuz Kotzebue no autoriza la modificación de sus textos por otros. Kontuz Kotzebue exclusivamente autoriza el uso de sus textos por otros siempre y cuando se cite la fuente (siendo esta el nombre "Kontuz Kotzebue" y, en caso de que el texto se extraiga de este blog "La carga de la Diva", debiendo citarse ambos y su ubicación en internet) y no se modifique en modo alguno dicho texto, pudiendo utilizarse al completo o fragmentos. Kontuz Kotzebue no autoriza a terceras personas a que hagan un uso de sus textos que pudiera derivar en ningún tipo de beneficio económico, ni con fines comerciales y/o publicitarios. Kontuz Kotzebue respeta a todos sus lectores del mismo modo que espera que se le respete y se compromete a cumplir la legislación, solicitando encarecidamente a sus lectores a que no vulneren dicha ley con su persona ni con otros. Kontuz Kotzebue escribe para The Eclectic Library este blog, La carga de la Diva, desde el lunes, veintidós de agosto de dos mil cinco.