Playboy
Hugh Heffner, felicidades.
Ayer cumplió ochenta años y lo celebró con una macrofiesta, rodeado de sus chicas y de famosos y vistiendo un pijama de seda negro.
Otro de mis héroes. Hugh Heffner, fundó el imperio Playboy. En su revista homónima, fue Marilyn Monroe la primera Playmate. Aparte de la revista también producen películas y páginas web, tienen clubs y organizan fiestas. Las chicas Playboy representan el sueño erótico de más de medio mundo. El intento de crear Playgirl como una vía para el erotismo dirijido a mujeres, fracasó en cuanto sus productos eran mayoritariamente consumidos por hombres gays.
La idea de Playboy es simple. ¿Qué desean los hombres? Ver mujeres bonitas, desnudas y manteniendo relaciones sexuales, con un punto de elegancia (tanta como pueda tener la pornografía) y originalidad (sin perder el punt de vista heterosexual y convencional), complacientes y encantadoras. Mujeres con grandes pechos y tintadas de rubio platino, vestidas con monos de mecánico y lavando coches con enormes esponjas hasta empapar sus escasas camisetas blancas. Morenas espectaculares, disfrazadas de jefas, con gafas de pasta y lencería de cuero. Pequeñas asiáticas vestidas de animadoras. Universitarias vestidas de colegialas.
Por supuesto, en los Estados Unidos de América, el sexo y todo lo que simboliza es malo. Más motivo todavía para que venere a un hombre que ha conseguido liberar de prejuicios y represiones a varias generaciones de americanos y, porqué no, de gente de todo el mundo. Fuera ya del círculo vicioso que las distinas religiones has creado alrededor del sexo haciéndonos creer que se trata únicamente de una práctica reproductiva, que sólo es legítimo de forma monógama y vinculado siempre al amor...
Estamos en lo de siempre... El sexo con amor es bueno pero el sexo sin amor no es malo. Forma parte de los instintos del ser humano. Es sano, es divertido, es necesario. Cuando forma parte de una relación de pareja sirve para mejorar la comunicación y estrechar los vínculos. Cuando se trata de una simple diversión, refuerza la autoestima, aumenta las endorfinas, genera movimiento muscular.
Para bien o para mal, es una de mis necesidades básicas. Afortunadamente, estoy en un momento de mi vida en que tengo todas mis necesidades sexuales cubiertas. Eso me mantiene mucho más relajada y tranquila. Eso le da un brillo a mi piel y relaja los músculos de mi cara. Eso me quita la presión de estar soltera y la ansiedad típica de las carencias físicas.
Ayer cumplió ochenta años y lo celebró con una macrofiesta, rodeado de sus chicas y de famosos y vistiendo un pijama de seda negro.
Otro de mis héroes. Hugh Heffner, fundó el imperio Playboy. En su revista homónima, fue Marilyn Monroe la primera Playmate. Aparte de la revista también producen películas y páginas web, tienen clubs y organizan fiestas. Las chicas Playboy representan el sueño erótico de más de medio mundo. El intento de crear Playgirl como una vía para el erotismo dirijido a mujeres, fracasó en cuanto sus productos eran mayoritariamente consumidos por hombres gays.
La idea de Playboy es simple. ¿Qué desean los hombres? Ver mujeres bonitas, desnudas y manteniendo relaciones sexuales, con un punto de elegancia (tanta como pueda tener la pornografía) y originalidad (sin perder el punt de vista heterosexual y convencional), complacientes y encantadoras. Mujeres con grandes pechos y tintadas de rubio platino, vestidas con monos de mecánico y lavando coches con enormes esponjas hasta empapar sus escasas camisetas blancas. Morenas espectaculares, disfrazadas de jefas, con gafas de pasta y lencería de cuero. Pequeñas asiáticas vestidas de animadoras. Universitarias vestidas de colegialas.
Por supuesto, en los Estados Unidos de América, el sexo y todo lo que simboliza es malo. Más motivo todavía para que venere a un hombre que ha conseguido liberar de prejuicios y represiones a varias generaciones de americanos y, porqué no, de gente de todo el mundo. Fuera ya del círculo vicioso que las distinas religiones has creado alrededor del sexo haciéndonos creer que se trata únicamente de una práctica reproductiva, que sólo es legítimo de forma monógama y vinculado siempre al amor...
Estamos en lo de siempre... El sexo con amor es bueno pero el sexo sin amor no es malo. Forma parte de los instintos del ser humano. Es sano, es divertido, es necesario. Cuando forma parte de una relación de pareja sirve para mejorar la comunicación y estrechar los vínculos. Cuando se trata de una simple diversión, refuerza la autoestima, aumenta las endorfinas, genera movimiento muscular.
Para bien o para mal, es una de mis necesidades básicas. Afortunadamente, estoy en un momento de mi vida en que tengo todas mis necesidades sexuales cubiertas. Eso me mantiene mucho más relajada y tranquila. Eso le da un brillo a mi piel y relaja los músculos de mi cara. Eso me quita la presión de estar soltera y la ansiedad típica de las carencias físicas.
La que me mira desde el espejo se viste de conejita Playboy para salir de la tarta de cumpleaños de Hugh Heffner.