La más grande
Se ha muerto Rocío Jurado. Era una muerte anunciada y ha venido precedida de una larga y televisada agonía. Ahora es cuando toca decir que era una gran persona, buena y generosa, humilde y sencilla, que se llevaba bien con la prensa y que nadie hablaba mal de ella. Ahora es cuando toca recordar su extensísima carrera y su gran talento como artista y reconocerle y atribuirle todo tipo de méritos.
La muerte siempre tiene la dudosa virtud de arrellanar el camino y eliminar las piedras para dejar una senda lisa y brillante.
Lo cierto es que, en este caso, se trataba de una gran artista, es cierto. No hay ninguna duda de su gran talento y de su espléndida voz. Tanto su espléndida discografía como sus actuaciones en directo pueden dar amplia fe de ello. Pero su recorrido en el cine no deja de ser anecdótico. Unas pocas películas y ninguna de ellas de gran relevancia, ni por el film en si ni por su interpretación. Y por supuesto, su relación con la prensa era buena... siempre que se refiriese a temas relacionados con su carrera, porque, como personaje público era ciertamente conflictiva.
Había cumplido cualquier requisito para convertirse en un personaje de leyenda. De origen humilde y, a pesar de la oposición de su padre y de su abuelo, a la muerte de su padre se fue con su madre a probar suerte en el mundo del artisteo y así poder ayudar a mantener a su familia. Su gran talento hizo que otras grandes artistas, como Pastora Imperio le apoyasen. Como todas las folklóricas hizo algunas películas. Se casó con un boxeador y tuvo una hija. Cuando se divorció de él se casó con un torero y adoptó a una parejita de niños latinos. Su hija se casó con un Guardia Civil que acabó convertido en tertuliano de la televisión. Tuvo dos hijos con él y luego se divorció para casarse con un hombre sin profesión. Claro, este tipo de circunstancias, lanzó a la prensa rosa hacia Rocío Jurado como un perro hacia un bistec. Si el acoso de la prensa era algo que se había buscado o fue una pobre víctima, es algo en lo que no voy a juzgar ni a ella ni a los medios. Lo que está claro es que hay muchos artistas que no pasan por ello, así que supongo que aquel que lo sufre es porque se lo busca.
A Rocío Jurado le llamaban "la más grande" y uno de sus discos también se llama así. ¡Para que luego digan que era una mujer humilde! También se decía que si ella hubiera nacido en el Bronx, Barbra Streisand habría acabado fregando escaleras. Justo ahí es cuando ya se me escapa una carcajada. A estas alturas, tener que defender la superioridad artística de Barbra Streisand es totalmente innecesario. Ni por el hecho de que sea la artista viva que más discos ha vendido en la historia, ni por el hecho de que canta, compone, produce e interpreta, ni por la variedad de estilos en los que ha destacado, desde los musicales de Broadway al pop, la música ligera, la música disco, el rock, la música tradicional... Sin olvidarnos de su impresionante carrera cinematográfica, tanto como actriz como directora, productora... Los innumerables premios y reconocimientos, sus contactos y relaciones con importantes líderes mundiales, su activismos político... ¿Si hasta Mogliadni le hizo un retrato!
Pues eso, que ya se ha muerto la Jurado y ahora en la tele no me van dejar en paz durante una semanita con los programas especiales que repiten una y otra vez las mismas actuaciones y los mismos tertulianos repitiendo frases tópicas una y otra vez.
La que me mira desde el espejo se pregunta si el siguiente en caer será Raphael.
La muerte siempre tiene la dudosa virtud de arrellanar el camino y eliminar las piedras para dejar una senda lisa y brillante.
Lo cierto es que, en este caso, se trataba de una gran artista, es cierto. No hay ninguna duda de su gran talento y de su espléndida voz. Tanto su espléndida discografía como sus actuaciones en directo pueden dar amplia fe de ello. Pero su recorrido en el cine no deja de ser anecdótico. Unas pocas películas y ninguna de ellas de gran relevancia, ni por el film en si ni por su interpretación. Y por supuesto, su relación con la prensa era buena... siempre que se refiriese a temas relacionados con su carrera, porque, como personaje público era ciertamente conflictiva.
Había cumplido cualquier requisito para convertirse en un personaje de leyenda. De origen humilde y, a pesar de la oposición de su padre y de su abuelo, a la muerte de su padre se fue con su madre a probar suerte en el mundo del artisteo y así poder ayudar a mantener a su familia. Su gran talento hizo que otras grandes artistas, como Pastora Imperio le apoyasen. Como todas las folklóricas hizo algunas películas. Se casó con un boxeador y tuvo una hija. Cuando se divorció de él se casó con un torero y adoptó a una parejita de niños latinos. Su hija se casó con un Guardia Civil que acabó convertido en tertuliano de la televisión. Tuvo dos hijos con él y luego se divorció para casarse con un hombre sin profesión. Claro, este tipo de circunstancias, lanzó a la prensa rosa hacia Rocío Jurado como un perro hacia un bistec. Si el acoso de la prensa era algo que se había buscado o fue una pobre víctima, es algo en lo que no voy a juzgar ni a ella ni a los medios. Lo que está claro es que hay muchos artistas que no pasan por ello, así que supongo que aquel que lo sufre es porque se lo busca.
A Rocío Jurado le llamaban "la más grande" y uno de sus discos también se llama así. ¡Para que luego digan que era una mujer humilde! También se decía que si ella hubiera nacido en el Bronx, Barbra Streisand habría acabado fregando escaleras. Justo ahí es cuando ya se me escapa una carcajada. A estas alturas, tener que defender la superioridad artística de Barbra Streisand es totalmente innecesario. Ni por el hecho de que sea la artista viva que más discos ha vendido en la historia, ni por el hecho de que canta, compone, produce e interpreta, ni por la variedad de estilos en los que ha destacado, desde los musicales de Broadway al pop, la música ligera, la música disco, el rock, la música tradicional... Sin olvidarnos de su impresionante carrera cinematográfica, tanto como actriz como directora, productora... Los innumerables premios y reconocimientos, sus contactos y relaciones con importantes líderes mundiales, su activismos político... ¿Si hasta Mogliadni le hizo un retrato!
Pues eso, que ya se ha muerto la Jurado y ahora en la tele no me van dejar en paz durante una semanita con los programas especiales que repiten una y otra vez las mismas actuaciones y los mismos tertulianos repitiendo frases tópicas una y otra vez.
La que me mira desde el espejo se pregunta si el siguiente en caer será Raphael.
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