La Diva
He estado echando un vistazo a la página de las divas que incluyo en los enlaces. Actrices, cantantes, escritoras, políticas... Todas mujeres de gran carácter que han ido siempre un paso por delante de la sociedad y de cuantos les rodeaban.
Leyendo sus citas célebres me parecen inteligentes pero también me dan la impresión de estar muy solas. ¿Estamos enfrentándonos de nuevo al tópico de que la inteligencia debe vivirse en soledad? ¿Son sólo acaso los borregos que no tienen ningún tipo de inquietud mental felices?
Ellas han sido, cada una en su estilo, un ejemplo constante de la mujer en la que yo quería convertirme. Hacían lo que tenían que hacer y de un modo espléndido. Rompían las normas y las rehacían a su medida. No se dejaban amedrentar, tenían una gran fe en sí mismas. Hombres y mujeres se enamoraban de ellas y vivían apasionadas y tormentosas historias épicas de amor. Sus nombres se han escrito a fuego en las enciclopedias y en los libros de historia. Admiradas, envidiadas, odiadas, imitadas...
Las han parodiado y se han burlado de ellas, poniendo en duda su feminidad o su inteligencia, haciendo una crítica poco constructiva del cambio que ellas han representado.
Como he comentado alguna vez, la estructura base de mi familia es un matriarcado. Mujeres que me han enseñado a ser mujer y que me han enseñado qué tipo de mujer no quería ser, sin ser conscientes de ello.
Estoy en el camino de ser una diva, quizás (a pesar de la opinión de algunos de mis fans) una simple aprendiz de diva. Tal vez una diva descontrolada y descentrada, sin equilibrio ni fuerza de voluntad. Una diva sin clase, sin estilo, sin glamour... Una mujer inteligente (aunque a veces me cueste ser lista) y original, que sabrá lo que quiere algún día y justo en ese momento, cambiará la vida de mucha gente...
Me estoy poniendo mesiánica, voy a parar...
La que me mira desde el espejo aplaude y grita: "¡Brava!"