Con la soga al cuello
Diosa Odiosa, con el uniforme. Camiseta negra con el nombre, jeans oscuros y rajados, gafas verdes, reloj verde, muñequera de cuero y pinchos, botas oscuras. Soga de ahorcado al cuello como si fuera una corbata. De visita por mi reino para ver a mi séquito.
Como la noche empieza pronto, el niño Rober me lleva a tomar mojitos. Seguimos en La Seu, para ver la decoración de Halloween y encontramos a mi Víctima disfrazado de monaguillo. Nos cruzamos con los Adolescentes. Ella vuelve a darme uno de esos abrazos suyos que incitan a la lujuria pero no me voy a dejar tentar por una niña de dieciséis años, por mucho que me bese en el cuello. Incluso alguien como yo tiene sus normas.
Parece que el detalle de la soga funciona como imán y todo el mundo nos para cuando volvemos de camino hacia Café Deseo. La música es terrible y no hay nadie interesante así que emprendemos una fuga hacia La Goulue. Allí la música mejora y nos quedamos bailando un rato hasta la hora de ir a Adn. Recogemos al Vizconde Blazz y a sus acompañantes y emprendemos ruta nueva.
En Adn, como siempre, habían decorado el local. Unas vampiras bolleras me hicieron cuatro bromas y un tipo, que se identificó como el Demonio, me impuso las manos sobre la cabeza para imbuirme de mal y prepararme para pecar.
Apareció AzaFrank y en seguida la Profe y la Sargento de Aluminio con su MiniYo aparecieron también para acompañarle. Me quedé bailando con ellos y con Sueños. También andaban por allí las serias. Yo todavía estaba en la primera copa pero me estaba divirtiendo.
Luego mis chicos y yo nos fuimos al D54 y allí ya se me desbarató por completo el sentido del orden. Di una vuelta de reconocimiento del terreno, como siempre. Salude a Lorena y a Katherine y a una cincuentena más de súbditos . Vi a la Bruja Lola en el escenario y me reí con las burradas de la Chawen y Baronessa. En la barra, buscando la segunda copa de la noche, cortesía de mi niño Beth que ya por fin tiene trabajo, estuve de risas con mi Tía Carmen. En el baño tropecé con Kiara, impecablemente vestida de vampiro clásico. ¡Si Bela Lugoshi levantara la cabeza!
Me quedé con AzaFrank y la Profe bailando cuando una mariliendres estúpida me empujó y le contesté del único modo que se merecía. Cuando me dí la vuelta esa escoria perdedora me lanzó la copa por la espalda y me llamó "gilipollas". ¿Quién es la gilipollas, yo que estaba en mi casa, o esa idiota mariliendres mal vestida y mal tintada que se cuelga de los gays porque son los únicos tíos que le hacen caso y se acostumbra a vivir sin sexo con el consuelo de que cuatro maricas borrachas le digan lo maja que es?
AzaFrank me propuso que quedáramos el próximo jueves para ese café que tenemos pendiente. La Profe estaba altamente inconsciente. En una arrebato, me lanzó la copa a la cara. Yo le hice lo mismo. Nos partíamos de la risa. Está enferma, esta mujer está totalmente pirada... ja ja ja ja...
Estuve una eternidad en el baño intentando que dejaran de escocerme los ojos. Sí, el ron pica en los ojos y la coca-cola en el pelo y la camisa es bastante pegajosa. La verdad es que no me enfadé porque estábamos de cachondeo y por el estado en el que estaba la Profe, pero a cualquier otro le habría reventado la cabeza a patadas. Así, sin violencia...
Mis chicos se fueron y mi Ezpozo acababa de llegar pero la Sargento de Aluminio me propuso que me fuera con ellas a Mogambo. Quise ir porque la vez anterior me lo pasé bien, aunque a veces me aburre tener que hacerles de árbitro y porque agotan mi paciencia.
Allí llegamos las tres, Sargento de Aluminio, Profe y Diosa Odiosa, a este agujero oscuro y subterráneo, vacío y deprimente donde cuatro bolleras se sientan en un rincón y el resto se quedan de pie sin bailar o se amontonan en la barra. Pedí copas para todas y nos fuimos a bailar. Como siempre empezó la rutina entre ellas, bailar, besarse, discutir, bailar, besarse, discutir... Una se va al baño, la otra se me acerca para quejarse. Luego vuelven a bailar juntas. Entonces es la otra la que se va al baño y su acompañante busca mi complicidad. ¿Será una rutina habitual entre lesbianas? La verdad es que me caen bien las dos y me lo paso bien, pero cuando están juntas a veces las estrangularía. A ver si se aclaran de una vez y dejan de marearse y de marearme.
Luego llegaron MiniYo y DD pero no cambió nada. Ninguno de los dos habla demasiado. Él parecía bastante harto de estas dos y ella apenas abre la boca. Me reía y le pinchaba a la Profe para que hiciera sus piruetas de exhibición y al final acabó soltándose. ¡Si es que en el fondo le gusta! Luego hubo un momento en que todo el mundo iba ciego menos yo, que ya me estaba cansando de bailar, del roce de la soga la cuello y de mojarme el pelo. La Sargento de Aluminio quiso endorsarme la misión de hacer de niñera de su MiniYo pero no la conozco apenas y no me sentí obligada. Aproveché que ella y la Profe se fueron al coche para pirarme. Eran las ocho de la mañana, supongo que la noche estaba ya vendida.
Iba andando hasta la parada del metro pero vi venir un taxi y cambié de idea. Al llegar a casa y acostarme he soñado que seguía todavía en Mogambo con estás y me he levantado agotada de hacer de árbitro. Sé que la Profe debe de tener ahora mismo hematomas en los brazos del azote de mi cuerda. Siempre tengo cuerda para todo.
La que me mira desde el espejo corta zanahorias con una guillotina.
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