La Vanguardia
Hoy el diario "La Vanguardia" celebra su ciento veinticinco cumpleaños...
Vivimos en una sociedad muy manipulable. No en vano llaman a la prensa "el cuarto poder". Aunque yo esa categoría la extendería a todos los medios de comunicación. De todos modos, cada vez es menor el poder que la prensa escrita tiene por una cuestión muy simple, la gente no lee los periódicos. Tiene mucha más credibilidad una charla en la barra de un bar o en la parada del autobús que lo que dicen en prensa. También a eso han colaborado los periódicos que, en lugar de limitarse a informar, se definen políticamente, tomando partido por las distintas posiciones y tratando de manipular descaradamente la información.
¿En qué país del mundo han tenido que multar a una televisión pública y obligarle a rectificar en horario de máxima audiencia por mentir sobre una noticia? Bueno, aquí se lo hicieron a Urdaci y a la gente ya se le ha olvidado.
La verdad es sólo una. Las opiniones son diversas y esto crea pequeños matices dentro de una misma verdad. Pero eso no justifica que se falseen hechos probados. Los hechos son los hechos y ahí no hay opinión posible. Pero estamos en lo de siempre, a base de repetir una mentira muchas veces, algunos pretenden convertirla en verdad.
Mucho peor es cuando estas mentiras tienen cara, como en la televisión, donde parece que cualquier dato tenga que ser completamente cierto sólo porque salga en la caja tonta.
Al final, para saber la verdad, no basta con una única fuente sino que es necesario ver más de un noticiario en la televisión, leer diversos periódicos, echar un vistazo en Internet, escuchar la radio de distintas emisoras... Y aún así, siempre queda la duda de si nos mienten o de si nos ocultan cosas.La que me mira desde el espejo lleva más de veinticinco años leyendo periódicos.
Vivimos en una sociedad muy manipulable. No en vano llaman a la prensa "el cuarto poder". Aunque yo esa categoría la extendería a todos los medios de comunicación. De todos modos, cada vez es menor el poder que la prensa escrita tiene por una cuestión muy simple, la gente no lee los periódicos. Tiene mucha más credibilidad una charla en la barra de un bar o en la parada del autobús que lo que dicen en prensa. También a eso han colaborado los periódicos que, en lugar de limitarse a informar, se definen políticamente, tomando partido por las distintas posiciones y tratando de manipular descaradamente la información.
¿En qué país del mundo han tenido que multar a una televisión pública y obligarle a rectificar en horario de máxima audiencia por mentir sobre una noticia? Bueno, aquí se lo hicieron a Urdaci y a la gente ya se le ha olvidado.
La verdad es sólo una. Las opiniones son diversas y esto crea pequeños matices dentro de una misma verdad. Pero eso no justifica que se falseen hechos probados. Los hechos son los hechos y ahí no hay opinión posible. Pero estamos en lo de siempre, a base de repetir una mentira muchas veces, algunos pretenden convertirla en verdad.
Mucho peor es cuando estas mentiras tienen cara, como en la televisión, donde parece que cualquier dato tenga que ser completamente cierto sólo porque salga en la caja tonta.
Al final, para saber la verdad, no basta con una única fuente sino que es necesario ver más de un noticiario en la televisión, leer diversos periódicos, echar un vistazo en Internet, escuchar la radio de distintas emisoras... Y aún así, siempre queda la duda de si nos mienten o de si nos ocultan cosas.La que me mira desde el espejo lleva más de veinticinco años leyendo periódicos.
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