Verbena fallera

Quedé con la Perleta y estuvimos un rato viendo fallas. Nunca me había encontrado de tan mal humor en plena fiesta fallera. La festividad de San José siempre me pone de buen humor y cumple el ritual catártico de la primavera. Pero este año el grado de saturación emocional hace bastante difícil la limpieza de vibraciones a mi alrededor.

Habiamos quedado también con mi Ezpozo y con el Vizconde pero seguimos en la misma dinámica y cada uno va por su camino y si quieres coincidir tienes que hacer tú el esfuerzo. Y al final, la Perleta y yo cedimos y acudimos a Deseo donde el Vizconde y Loli! ya llevaban un rato. El Vizconde no me saludó porque ya había bebido y me toco a mí ceder (como siempre). El local estaba prácticamente vacío pero insisten en quedarse allí. Es normal que no haya nadie porque en fallas la gente no va a los pubs, se va de verbena. Pero yo mejor no abrí la boca que luego pasa lo que pasa. Llegó mi Ezpozo y seguimos allí un rato más, haciendo bulto.

¿No es curioso que la gente vaya a sitios a los que no les gusta ir? Pues sí, parece que ocurre. De repente me doy la vuelta y la Profe estaba allí, acompañada de su inseparable gusano Tosco. Ella se acercó a la barra y de casualidad murmuro algo parecido a un saludo que yo le devolví con un gesto similar. Un poco más tarde ví a AzaFrank que sí se acercó cortésmente a saludarme y comentar conmigo sus recientes vacaciones. Traté de explicarle sin entrar en detalles que no es probable que coincidieramos después pues sus acompañantes me incomodan. Lo que no le dije es lo ridículo que me parece verle de fiesta con Tosco después de las bromas de mal gusto y las burlas de Tosco sobre Azafrank. Pero bueno, parece que está de moda ser hipócrita y que ese tipo de relaciones son las que se llevan, despellejar a alguien hasta rebasar la barrera del insulto y luego tomarse una copa para celebrarlo juntos.

Esta vez soporto las malas vibraciones sin marcharme del local aunque es cierto que este tipo de situaciones me obligan a reprimir fuertes deseos de golpear cosas y/o personas.

Pero intento controlarme, respirar profundamente, concentrarme en mi kwan y buscar un punto verde que haga que me olvide de lo harta que estoy de todo y todos.

En la puerta me crucé con la Alternativa, que en fallas te encuentras de todo. Finalmente parecía que se decidieron a buscar una verbena pero primero pasamos por casa del Vizconde Blazz porque Loli! necesitaba una chaqueta ya que parecía que mañana tenía muchas cosas que hacer y no se iba a quedar mucho más rato con nosotros. Acudimos a la plaza del Carmen cuya verbena es bastante animada, aunque normalmente es la que más gente descontrolada tiene y siempre acaba habiendo movidas con algún borracho. Y claro, nos acabó pasando. Un tipo con un perro, bastante ebrio (el tipo, no el perro) se dió por aludido por un comentario que iba dirijido a otra persona y se me plantó delante dispuesto a darme una lección. Pero en cuando los chicos vieron cómo el tipo me levantaba la mano se acercaron a él para frenarlo. Sobre todo mi Loli! que es una fiera y que como guardaespaldas no tiene precio. Mi Ezpozo probó una técnica más diplomática y el tipo intentó tocarme la cara mientras yo le sujetaba las manos y hacía alegres comentarios relativos a la profesión de su señora madre. Entonces, viendo que no nos amilanábamos se lanzó contra el único que nunca entra en conflicto, el pobre Vizconde Blazz, y se puso a manotear frente a su cara amenazándole. Entonces dos espontáneos saltaron sobre el borracho, finjiendo que peleaban entre ellos y, obviamente, buscando pelearse con el tipo ebrio, momento que nosotros aprovechamos para marcharnos.

Nos despedimos de Loli! y nos fuimos a Hotel a bailar un rato. Me encontré bastante gente conocida pero estaba cansada y me fui pronto.

Acompañé al Vizconde Blazz hasta su casa y justo en la acer de enfrente conocí a unas chicas muy simpáticas con las que estuve de charla hasta la puerta del Turmix. A las dos bocacalles me encontré con un ex de mi ExCompadre y me quedé hablando con él en las Torres de Quart durante un buen rato. Y pasó por delante la Pequeña Alternativa, con cara de agobio y me decidí a irme a casa aprovechando que ella iba en la misma dirección. Estaba agobiada por una movida que tiene y estuvimos charlando de naderías para que se le fuera de la cabeza.

Al llegar a casa me he tenido que volver a tomar el jarabe asqueroso porque la tos no me dejaba dormir. Estaba empezando a llover.

La que me mira desde el espejo le saca la lengua al espejo.